Su navegador parece tener JavaScript deshabilitado. Para la mejor experiencia en nuestro sitio, asegúrese de habilitar JavaScript en su navegador.
Para poder validar tus códigos, se requiere haber iniciado sesión de usuario previamente.
Poeta soledeño. Su vida está envuelta en la bruma del misterio, y mucho de lo que se sabe sobre él pertenece a la tradición oral. Se tiene certeza de que fue diagnosticado con lepra a los 15 años, por lo que debió abandonar la escuela y vivir encerrado en su casa para evitar ser enviado a un leprosario. Comenzó a escribir poemas que enviaba a su amigo el poeta y editor José Miguel Orozco, quien se encargaba de publicarlos. Alrededor de 1918 compuso La gran miseria humana, un largo poema de treinta décimas que le trajo la gloria póstuma y lo consagró como una suerte de poeta gótico tropical. El poema es un canto a la fragilidad de la vida y a la inevitable certeza de la muerte. Años después, en 1976, el acordeonero Lisandro Meza haría doblemente famosa a La gran miseria humana al grabarla parcialmente en un largo paseo de más de diez minutos. Gabriel Escorcia Gravini falleció a los 29 años. Sus restos mortales reposan en el Cementerio Central de Soledad, el cual lleva su nombre.
Este libro de la colección Roble Morado reúne buena parte de la obra del misterioso poeta soledeño Gabriel Escorcia Gravini (1891-1920), cuya vida y muerte están envueltas en la bruma del misterio. Contiene especialmente siete poemas, varios El Ensayo escritos entre 1912 y 1913 para el semanario de ellos inéditos hasta hoy. Este poemario es una de las pocas recopilaciones que existen de la obra de Escorcia Gravini.